.:: Historia de Puno

LOS CURACAS DE PUNO

En el período colonial todo repartimiento o pueblo contó con curacas o caciques, en el caso del pueblo de Puno, se contó con varios curacas, siendo el primero Qacha. También se contó con otros curacas de los pueblos de entonces, que hoy conforman la provincia de Puno.
EL PUEBLO DE PUÑUY
En el gobierno de Túpac Inka Yupanqui el eje vial se encontraba en el pueblo de Hatunqolla, por ser la capital del Qollasuyo. Después, a comienzos del siglo XVI, en el gobierno de Huayna Qhapaq, se formó el pueblo de Puñuy, cuando se trasladó la capital del Qollasuyo de Hatunqolla a Chucuito, el traslado propició el rediseñamiento del Qhapaq Ñan, de manera que el pueblo de Puñuy se convirtió en el nuevo eje vial, porque por este pueblo pasaba el camino del Qollasuyo y de este lugar salía el camino transversal hacia Arequipa, vía Hatunqolla y Cabana. Así, en esta convergencia floreció el pueblo de Puñuy, por entonces el tambo inka estuvo en Sojtacucho, al frente del otrora Hospital San Juan de Dios, entre las actuales calles de Arequipa y Moquegua.
El pueblo de Puñuy después se denominó Puno. La alusión de Puño al pueblo de Puno, por parte de un cronista temprano, da pie para sostener que este pueblo tenía por denominación Puñuy. La referencia de Pedro Gutiérrez de Santa Clara es la siguiente: “Auiendo Francisco de Carauajal ajuntado ya en el pueblo de Vrcus… començó luego sin mas tardar de ponerse en camino con toda su gente… llego a vn pueblo llamado Puño… Otro dia por la mañana se pusieron todos en camino para Chocuyto”.
LA CÉDULA DE ENCOMIENDA
El 1 de agosto de 1535 Francisco Pizarro suscribió una cédula de encomienda, por esta cédula se entregaba el pueblo de Puno a Gómez Mazuelas. Fragmentos del texto de la cédula de encomienda son los siguientes:
"Don Françisco Picarro adelantado capitan general y gouernador por su magestad en estos rreynos de la Nueua Castilla etc. Abiendo rrespeto que vos Gomez Maçuelas veçino desta gran ciudad del Cuzco abeis seruido a su magestad en la paçificaçion que se a fecho de los caçiques e yndios de estos dichos rreynos allando vos en todo con vuestro cauallo e armas y que sois de los primeros pobladores desta gran çiudad del Cuzco por la pressente en nombre de su magestad y asta tanto que se aga el rrepartimiento general o yo otra cosa prouea que mas conbenga os depossito:
[…] en la prouinçia del Collao:
El caçique Cacha señor del pueblo Puno que tenia Gonçalo Piçarro con quinientos yndios.
[…] Fecha en la dicha çiudad del Cuzco a primero de agosto de mill y quinientos y treinta y çinco años. Françisco Piçarro. Por mandado de su señoria Antonio Picado"
Esta cédula la halló la historiadora Catherine Julien en el Archivo General de las Indias, en el fondo Patronato 139, n1r3, ff. 7v-9. La historiadora norteamericana entregó una copia de la cédula al Dr. Félix Palacios Ríos y él me facilitó el texto de la cédula, el mismo lo presentamos en fragmentos.
EL CURACA QACHA
Por el documento colonial puneño de mayor data que se ostenta, la cédula de encomienda del 1 de agosto de 1535, se conoce que Qacha fue el último curaca puneño, antes de la presencia hispana, a la vez, hizo de primer curaca del período colonial. Qacha, el curaca de Puno, contaba con 500 tributarios, si por entonces una familia estuvo formada por seis miembros, la población puneña de entonces ascendía a los 3000 habitantes. Al curaca Qacha los hispanos lo identificaban como el Señor de Puno.
LOS SUCESORES DE QACHA
En una reciente investigación el maestro e historiador Néstor Pilco Contreras logró identificar a varios curacas puneños, sucesores de Qacha. Entre ellos se cuenta a Sacaca, Juan Coaquira, Juan Gómez Hilasaca, Agustín Chambi, Diego Gómez Hilasaca, Sebastián de Herrera y Gregorio Calisaya.
DE PUNO A SAN LUIS DE ALBA
El 24 de junio de 1591 se habría establecido el pueblo de San Juan de Puno, porque en ese mismo año se determinó la edificación del templo de San Juan por orden del Obispo de Charcas; al respecto el historiador Alejandro Cano escribió: “mandó construir en 1591 el Obispo de Charcas Fray Domingo de Santo Tomás”. El pueblo hispano de San Juan de Puno hizo de capital del repartimiento de Puno, teniendo por espacio público principal al actual parque Pino.
Después, a mediados del siglo XVII se formó el pueblo de San Luis de Alba, asociado al auge minero. Este pueblo minero de simple campamento minero se convirtió en capital del corregimiento de Paucarcolla. San Luis de Alba ostentó tal privilegio once años (1657-1668), hasta el debelamiento de la rebelión de Laykakota, que trajo consigo el traslado de su población y la destrucción de las viviendas. En 1770 Cosme Bueno decía: “sirvió de Capital, desde el año de 1657, el asiento de este mineral con el nombre de San Luis de Alva, hasta el año de 1668”. Este pueblo minero en su máximo esplendor, contó con una población superior a los 12 000 habitantes.
DE SAN LUIS DE ALBA A LA VILLA
Como desenlace de los sucesos de Laykakota, el 9 de setiembre de 1668 el virrey Conde de Lemos en un ambiente convulso establecía la villa de Nuestra Señora de la Concepción y San Carlos cerca al pueblo de San Juan de Puno, con el respectivo trazado de la población, la distribución de solares y el señalamiento de sitios para la plaza principal (hoy Plaza Mayor de Puno), la iglesia matriz y otras instituciones. Además, la villa instaurada se convirtió en la capital del corregimiento de Paucarcolla. Ocho semanas después, el 4 de noviembre, se realizaba la misa de acción de gracias, que solemnizaba la conclusión del traslado de la población de San Luis de Alba.
DE LA VILLA A LA CIUDAD DE PUNO
El 5 de junio de 1784 se estableció la intendencia de Puno con los partidos de Puno (Huancané), Chucuito, Lampa, Azángaro, y Carabaya. La villa de Nuestra Señora de la Concepción y San Carlos, o simplemente villa de Puno, con la instauración de esta intendencia se convirtió en su sede, es decir, en capital departamental, puesto que la intendencia tiene su equivalente en el departamento; de manera que Puno adquiría otra jerarquía, de capital provincial devino en capital departamental.
Dos décadas después, el 14 de octubre de 1805, la villa de Puno accedía al rango de ciudad, por real orden. Sobre el título alcanzado y la fecha de emisión, contamos con un ilustrativo artículo que apareció en La Bolsa de Arequipa el 17 de setiembre de 1865, que dice: “El valle de Puno es mui estrecho, y su población asciende á diez mil almas, cuya mayoría se empleaba, en la época de nuestra historia, en el trabajo de las minas. En este valle está situada la villa de Puno, que fué mas tarde distinguida por Carlos IV con el título de ciudad, por real orden de 14 de octubre de 1805”.
MÁS PERSONAJES
En el período colonial sobresalieron varios personajes en Puno, entre ellos los hermanos José y Gaspar Salcedo, Malica, Miguel de la Torre y Silvestre Valdez. Miguel de la Torre fue el primer maestro de la escuela colonial de Puno, que funcionó desde 1669, en una esquina de la plaza de la villa de Nuestra Señora de la Concepción y San Carlos. Silvestre Valdez fue el primer párroco de la villa establecida.
JOSÉ DE SALCEDO
José de Salcedo se distinguió por ser el minero más importante de las minas de Laykakota; forjó el pueblo de San Luis de Alba; hizo de Justicia Mayor de este pueblo minero; dirigió una rebelión al grito iconoclasta de “¡Muera el mal gobierno, el rey y el Papa!”. El virrey Conde de Lemos al debelar la rebelión lo ajustició el 12 de octubre de 1668. El historiador Jorge Basadre decía: “Es probable que los Salcedo fuesen los hombres más ricos de toda América”.
En muchas reseñas se indica que el 1 de mayo de 1657 fueron descubiertas las minas de Laykakota por los hermanos Salcedo; sin embargo, el descubrimiento (o redescubrimiento) y la explotación ocurrió años antes. En 1651 los Salcedo ya explotaban las minas de Laykakota, conforme da cuenta un documento del 23 de marzo de 1651, que se conserva en el Archivo Regional de Puno. Es más, en 1657 el pueblo de San Luis de Alba ya hacía de capital del corregimiento de Paucarcolla.